jueves, 8 de mayo de 2008

Oposición del gobierno


La oposición al régimen guzmancista se documenta sobre todo durante el Septenio (1870 - 1877) cuando éste aún no se había consolidado. Se destacan las acciones iniciadas por los vestigios del régimen "azul" sobre todo las dirigidas por Adolfo Antonio Olivo y Pedro Ducharne quienes fueron vencidos por el General Matías Salazar en la célebre batalla de Guama (21 de septiembre de 1870) - este triunfo impulsó al gobierno a solicitar al Arzobispo de Caracas la celebración de un Tedéum de acción de gracias al que se niega el prelado, provocando el conocido conflicto entre el régimen y La Iglesia Católica-. Sin embargo, es el propio Matías Salazar quien se convierte, más adelante, en el principal enemigo de Guzmán. Este general, desde Curazao, publicó un violento manifiesto contra el régimen prometiendo restituir al país las libertades que le habían sido secuestradas; posteriormente persistiría en sus propósitos revolucionarios a pesar de haber fracasado en su primera expedición de prueba a las costas corianas. Con intenciones de unirse a los «azules» de Trujillo, se acerca a Cúcuta, tiene noticias de la destrucción de sus posibles aliados y sin embargo, penetra en Venezuela logrando reunir apenas 1.000 hombres. Guzmán Blanco toma personalmente la dirección de la campaña y desata contra Salazar una encarnizada cacería humana con los más capaces de sus generales. En Tinaquillo, el 29 de abril de 1872, se estrella Salazar con las fuerzas de Colina y desde entonces se convierte en fugitivo. El 10 de mayo es hecho prisionero y conducido a Tinaquillo. Guzmán Blanco forma un Consejo de Guerra presidido por Pulido y Colina, en el cual toman parte los generales Julián Castro (el ex presidente), Juan Bautista García, Venancio Pulgar, Francisco Linares Alcántara, Miguel Gil, Rafael Petit, Jesús María Lugo, Pedro Bermúdez Cousin, entre otros. El 15 se abre el juicio. En una sola sesión de nueve horas y media se concluye: Salazar es condenado a la pena de muerte con degradación. El 16 es ratificada la sentencia por Guzmán y el 17 de mayo de 1872 el general Matías Salazar es fusilado. Tocó al general Julián Castro comandar el pelotón de fusilamiento. Podría decirse que la intención que movió a Guzmán Blanco a promover el sacrificio de Salazar fue el ahogar el caudillismo venezolano e impedir que se repitiera la anarquía que tuvo su edad de oro con Falcón.

Luego de la muerte de Salazar la figura de Guzmán se hace prácticamente inexpugnable, al punto de iniciar un periódo de autocracia donde su figura va a ocupar la inmensa mayoría de los espacios políticos nacionales y donde la disidencia desaparece en el marco de un régimen totalitario, represivo, poco dado a las libertades y donde la figura de un solo hombre se en contraba por encima de cualquier aspiración democrática o de cualquier institución.

No hay comentarios: